Descripción
Una advocación Mariana basada en las revelaciones que tuvo Santa Catalina Labouré en 1830.
El 27 de noviembre de 1830, la Virgen María se aparece a Santa Catalina Labouré, en Paris. Vio a la Virgen vestida de blanco y cubierta con un velo blanco. Estaba de pie sobre un globo blanco y con sus manos extendidas emanando rayos que significan las gracias que concede a sus devotos.
En sus apariciones a Santa Catalina, la Virgen le dijo : “Haz que se acuñe una medalla según este modelo. Todos cuantos la lleven puesta recibirán grandes gracias. Las gracias serán mas abundantes para los que la lleven con confianza».
La medalla milagrosa es ante todo un signo de fe, oración y unión con la Virgen María.